Palabras de la autora



Ha sido siempre el relato épico el predilecto entre mis lecturas. La virtud moral del hombre que lo lleva a concretar la hazaña, lo heroico, la muerte, siempre ha movido en mí una fibra muy sensible. ¿Será porque da sentido a la vida misma y hace reflexionar en una vida cada vez más sin sentido? Las personas hoy en día ya no saben para qué viven. Por eso, no llama demasiado la atención que en el último tiempo hayan tenido tanto éxito en la literatura y en el cine, historias que precisamente evocan lo épico. Buscar sentido a los actos humanos siempre inspira, y yo siempre he creído que la vida está hecha para hacer cosas grandes. 

 Pero ¿por qué junto a lo épico elegí lo fantástico? 

Creo que la fantasía le da el condimento apropiado a una historia que permite evadirnos de ese mundo gris y hostil que nos despoja de nuestra valentía y nos deja desnudos mirando en las plazas las estatuas de los héroes de otro tiempo, no nuestro tiempo. 

En un mundo fantástico, todo lo mejor y lo peor del hombre es posible; en nuestro mundo, alguien diría que al menos lo primero es discutible.

Como lectora, siempre he acompañado con mucha fe y entusiasmo las aventuras de hombres, de jóvenes guerreros, de hobbits, de elfos, de soldados, de reyes y de magos. Me he identificado con ellos, he luchado con ellos, me he compadecido, angustiado y complacido cuando logran sus cometidos. Pero, ¿qué sucedería si en vez de un hombre a la aventura estuviera llamada una mujer? ¿Puede la mujer aspirar a cumplir un acto heroico? ¿Lo hará con el mismo arrojo que un hombre? ¿Cuales serán sus renuncias, cuales sus cargas y cuales sus miedos? ¿Serán las mismas que alguien del sexo opuesto?

Los invito a dejar de lado, desde ya, los siguientes prejuicios: Capriana no es una historia de una princesa, menos de aquellas que pacientemente esperan la llegada de un príncipe; tampoco la de una guerrera absurdamente masculinizada ni la encarnación de una visión feminista que menosprecia a quien está llamado a ser irremediablemente su compañero de vida. Capriana es la encarnación del espíritu de la mujer moderna, la misma a quien hoy la sociedad llama a participar, a cumplir su vocación y a construir la Historia de la humanidad con un protagonismo que hasta no hace mucho tiempo le era difícil de aspirar. 

Concédanme al menos que, en el mundo al que usualmente estamos acostumbrados en los relatos de este género, puede ser una apuesta interesante.

 La historia de Capriana se prolonga en una larga saga, pues a la vida no le faltan episodios y hay que hacer a todos ellos justicia. "El despertar de la hija de Azulia" es la primera entrega y comprende los primeros años de juventud de su protagonista.

 El propósito de esta novela espero no sea demasiado pretencioso: por sobretodo, entretener al lector con la de vida de sus variados personajes; y luego, también invitar al lector a emprender sus propias hazañas, a llevar lo fantástico a lo real y creer que cada uno de nosotros puede cambiar ese mundo gris y hostil que nos acecha cuando las páginas del libro se cierran, ocultando las palabras. 


 Catalina Salem Gesell
27 de mayo de 2012

3 comentarios:

  1. Catalina...recibí tu invitación por e-mail, y me parece lo tuyo, una muy buena idea. Entro, leo lo que hay, y me ha gustado tu empeño y tu forma.
    Espero sigas adelante con tu proyecto y acompanarte en este viaje.

    Saludos

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  2. Catalina:

    ¡Gran declaración de principios! Da gusto leer a un Escritor que tiene tan claro lo que quiere lograr y, más importante aún, el por qué quiere lograrlo.

    Desde ya estaré atento a tus publicaciones. Además, aprovecho de invitarte a que nos envíes algún cuento (que podría funcionar como presentación de tu proyecto/adelanto) a Fantasía Austral.

    Saludos cordiales,

    F.

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    1. ¡Muchas gracias F! tus dos comentarios han sido muy constructivos y los tendré más que presentes.

      Estaré actualizando el blog semanalmente, entregando un poco más de información sobre la Tierra de Ástur.

      Saludos,
      CSG

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